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Artículo de directora y profesor del Magíster es publicado en prestigiosa revista científica internacional: ¿Cómo navegan los adolescentes la información sobre el COVID-19 y por qué es importante?
Publicado en la revista Journal Global Health y coescrito en conjunto con Astha Ramaiya y Kristin Mmari de la Universidad de Johns Hopkins en Estados Unidos, Effie Chipeta del Centro de Salud Reproductiva de Malawi, Jairo Vanegas también académico de la Universidad de Santiago, Xiayun Zuo del Instituto de Tecnologías Biomédicas y Farmaceuticas de Shanghái, China, Eric Mafuta y Aimee Lulebo, ambos de la Escuela de Salud Pública y Facultad de Medicina de Kinshasa, República Democrática del Congo y Jakevia Green y Lisa Richardson del Instituto de Estudios Étnicos y de la Mujer en Nueva Orleans, Estados Unidos, los académicos de nuestro Magíster presentaron un artículo acerca de la navegación por internet acerca del Covid por parte de jóvenes.
Con una probabilidad más alta de que sean los adultos quienes se enfermen, durante esta pandemia los jóvenes (de entre 10 a 19 años) han sufrido un fuerte impacto en su salud mental y bienestar emocional, donde las medidas de las cuarentenas y el distanciamiento social no sólo provocaron interrupciones en su educación tras el cierre de las escuelas, sino que también limitaron oportunidades importantes para la conexión social, el desarrollo de su identidad y su independencia.
Haciendo enfasis en la importancia de los medios y la difusión de información confiable sobre el COVID-19 para ayudar a reducir los casos y la propagación del virus, el artículo también apunta que la población ha estado utilizando, en mayor medida, las redes sociales para obtener información durante la pandemia, donde no siempre es precisa, puede causar miedo, estrés, depresión y ansiedad tanto en personas sanas como enfermas.
Apuntando que dado que el Covid es una enfermedad global, cuya información varía según la cultura o incluso el género, el escrito también a cargo de la directora del Magíster, Dra. Matilde Maddaleno, en conjunto con el académico de nuestro programa, Dr. Pablo Villalobos, indicaron que esta información es fundamental si queremos prevenir la propagación del virus mediante la práctica de comportamientos preventivos. "Ayudar a las poblaciones a hacer frente a la incertidumbre y el miedo, y promover el cambio de comportamiento individual y comunitario para convertir estos comportamientos en un hábito y prevenir futuros brotes", presenta el documento.
Utilizando datos del Global Early Adolescent Study se otorgó un subestudio de GEAS para examinar cómo los adolescentes estaban experimentando la pandemia en diferentes entornos culturales para identificar las principales fuentes de información sobre el COVID-19 entre niños y niñas en todos los sitios y cómo eso contribuye al conocimiento sobre el virus, por otro lado, para determinar cómo se sienten los adolescentes acerca de las fuentes de las que reciben información, y finalmente, para también explorar las formas en que los adolescentes determinan la confiabilidad de las fuentes de información sobre el coronavirus.
Con investigaciones basadas en los distintos países y regiones de cada investigador e investigadora, se logró concluir que los niños y niñas en todos los sitios dependen de diferentes fuentes de información. En el caso de las niñas, en particular, en algunos sitios dependian de obtener información de sus familiares, mientras que los niñis obtenían su información de profesionales de la salud u otros sitios web en Internet.
Apuntando a diferencias en la información que creían y su severidad percibida, se demostró una mayor percepción de severidad y aumento de estrés. El agotamiento debido a la sobrecarga de información de las redes sociales, especificamente en relación con el COVID-19, también es un factor que afecta a los niños, niñas y adolescentes. Por otro lado, se logró concluir que los niños y niñas determinaban si la información era confiable a partir de variables como los síntomas, cómo se transmite y cómo se puede prevenir en base a información. El conocimiento puede ser información y desinformación, y hoy en día se puede ver que hay ambos en casi todos los sitios. Esto se debe en parte a la evidencia en constante evolución sobre los comportamientos preventivos del COVID-19, la incertidumbre sobre el origen del virus y la gravedad percibida.
Para poder ver el estudio completo, ingresa aquí.
Redacción: María José Sandoval.